IngenierosLas múltiples dimensiones de Internet • Número: 1 • Sección: Profesionales en La Red.
Ingeniero es palabra que procede de ingenio y según Cobarruvias (1611), “fabrica con entendimiento y facilita el ejecutar lo que con la fuerza es dificultoso y costoso”. Detrás de casi todos los artilugios que nos rodean hay un ingeniero, un ingenioso que nos facilitó y nos facilita la vida. Desde el modesto imperdible hasta la nave espacial más avanzada, todo es fruto de la inteligencia y el afán de los ingenieros.
Y qué es acaso Internet sino la consecuencia de todo este movimiento secular que va desde lo más tangible a lo más intangible? Cruzamos un puente sin conocer el esfuerzo y el tiempo que requirió su funcionalidad y navegamos por Internet con la misma cómoda naturalidad con la que subimos a un coche que funciona casi como por arte de magia. Pero su razón de ser no está en la magia, sino en la observación, en la experiencia y en la práctica, es decir, en la inteligencia de las cosas.
Estar al día
En Barcelona, el joven ingeniero industrial Adríán B. Casals, que trabaja en una industria automovilística, dijo a iWorld que él sigue necesitando saber y que Internet se lo puede facilitar, ahora que su relación con la Universidad se distancia. “El mayor activo de una empresa es la información, y lo que digo no es un tópico. Pero lo curioso es que en las empresas, por lo general, cada departamento funciona con su propia documentación. Mi primera experiencia con Internet consistió en buscar lo que había en el mercado en relación a mi especialidad: la logística. Hay cantidad de webs que me sirvieron para conocer lo que en mi empresa, si se sabe, no se transmite”.
Viene a decir nuestro entrevistado que, para muchos ingenieros, jóvenes y no tan jóvenes, cualquiera sea su especialidad, la Red es una fuente de información muy valiosa en la medida en que en las empresas no suele haber información profesional actualizada sobre su profesión, lo que les permitiría estar permanentemente al día.
Claro que no todo es tan sencillo. Desde el punto de vista profesional, los ingenieros con los que ha hablado iWorld dicen que en las páginas de libre acceso no siempre encuentran lo que necesitan. “Hay mucho brillo pero poca descripción detallada de lo que buscas”, dice Casals, “y no se puede profundizar. Cuando quieres información contrastada y fiable te piden una contraseña o el pago de una suscripción. En mi caso, cuando lo necesité para un proyecto concreto, no me compensaba porque todavía estaba estudiando. Ahora bien, en el futuro no descarto pagar, una vez que tenga claro que allí voy a encontrar lo que necesito para mi desarrollo profesional”.
Es evidente que las escuelas universitarias de ingeniería, en sus diferentes ramas, están presentes en Internet [ver cuadros] aunque las españolas dan poco más que información académica y algunos enlaces de interés. También, lentamente, empiezan a asomarse a la Web las asociaciones profesionales, para dar servicio a sus miembros, que suelen estar repartidos por el mundo. Así, por ejemplo, la asociación que agrupa a los ingenieros graduados en el ICAI (
www.iies.es/icai) se está volcando en mantener al día las ofertas de empleo. En el futuro piensan ofrecer consultas a bases de datos profesionales y a las normativas vigentes y promover una mayor comunicación electrónica entre los asociados.
Jesús Quiroga (jquiroga@pobox.com) ingeniero de electrónica y webmaster de esta Asociación, nos dijo que en su día pusieron en la red un número de la revista “Anales de Mecánica y Electricidad”, pero del resto de las ediciones sólo han publicado los índices. Sin anticipar cual será la orientación futura de su web, Quiroga opina que “en un sistema tan abierto como es Internet, quien da algo sale ganando y el que lo recibe también. Sería ideal que todos regalaran todo. Lo que nos frena es la experiencia de algunos organismos que han intentado hacer suscripciones a través de la red y han fracasado, quizás debido a que la gente está acostumbrada a pensar que Internet es algo gratuito”.
Ya tenemos, pues, dos opiniones que giran en torno a la gratuidad o el pago por los contenidos. Casals y Quiroga, desde distintas perspectivas generacionales, coinciden en que la principal ventaja de Internet está en la relación entre precio y prestaciones. La dificultad es que la conexión de los ingenieros a la red es minoritaria. Jesús Quiroga opina que Internet nunca sustituirá por completo a los sistemas tradicionales de comunicación porque cada asunto requiere su medio.
“Internet”, opina, “es un medio de comunicación que ya es de masas, porque nuestras páginas las lee cualquiera; como contrapartida, no podemos empujarles para que las vean. A nosotros lo que más se nos demanda son los servicios perecederos, como la formación a través de Internet, por lo que tendremos que plantearnos cómo se protege y cuál es el formato y los contenidos más útiles para los asociados. En relación a las ventajas”, continúa, “el precio y una mayor divulgación de la imagen de la asociación, son las más obvias. Cuanto más audiencia tiene y más se invierte en la Web, más barato sale. El medio está muy bien, aunque todavía no está muy difundido. No obstante, su uso entre los ingenieros llegará más pronto que a otros colectivos de usuarios porque estamos acostumbrados a estas tecnologías”.
Los cimientos de la profesión
Por lo visto hasta el momento, el potencial de Internet sigue estando desaprovechado en las empresas como en otros organismos. Queda mucho por hacer para despertar a un gran número de usuarios. En las escuelas de ingenieros se lamentan de que el uso masivo de Internet no haya penetrado todavía. Como ya hemos visto en esta serie de artículos, hay una parte de los profesionales que considera que Internet sólo sirve para perder el tiempo navegando. Pero hay otro grupo, cada vez más amplio, que se da cuenta de sus ventajas, generalmente porque la usa. Aunque la edad es una frontera a veces insalvable, generalmente hay personas inteligentes que, si no saben moverse por la red, le piden a otros que les busquen lo que necesitan. Los jóvenes, sin embargo. tienen claro que los ordenadores son una herramienta vital y más en una profesión como la ingeniería.
Dejando al margen consideraciones sociológicas, Emilio Pérez Cobos (eperez @dva.dva.upm.es), profesor titular de la Escuela de Ingenieros Aeronaúticos (138.4.78.26/etsias.htm), nos dice: “en nuestro caso las aplicaciones de Internet tienen mucho que ver con la documentación sobre aeronáutica que se encuentran en servidores como el de la NASA. En esta línea, nosotros tenemos un web que sirve para dar cobertura a otro producto que es el que sirve de verdad a los ingenieros aeronaúticos, un localizador de referencias bibliográficas. Este sistema localizador, Lorebi, nos permite recuperar casi 200.000 títulos de artículos que se encuentran en la biblioteca de la Escuela. Somos de los pocos o quizá los únicos que trabajamos en esta línea; en Valencia hay algo similar para ingeniería en general”.
La búsqueda de la utilidad es un asunto vital, y generalmente todas las escuelas de ingeniería lo que buscan, al adoptar Internet, es permitir a los alumnos un acceso a la información rica y rápida. Por esta razón, se va desechando la interface Telnet; porque, según Pérez Cobos, es muy incómoda. “No tiene nada que ver con lo que se puede hacer con la Web; está a años luz. De entrada, nosotros proporcionamos las búsquedas por fragmentos de palabras, ya que a veces el alumno no conoce bien cómo se escribe en inglés. Desde este punto de vista, no sólo es interesante para la investigación, sino también para la docencia. Hemos prescindido de todos los aspectos multimedia porque creemos que no ayudan. La multimedia es muy estética, pero al final el contenido queda relegado a un segundo plano y en nuestro caso esto es precisamente lo importante. El web de la escuela, no el de la biblioteca, es más espectacular, más multimedia”.
También dentro de la Politécnica de Madrid, otro enfoque es el del web de la de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (caminos.upm.es), que según sus responsables tiene dos objetivos: uno para la docencia y otro para la investigación. Para la segunda ofrecen un catálogo de lo que se hace en la escuela, con artículos acompañados de muestras visuales de las líneas de investigación. Pero la aplicación más utilizada es, sin duda, la información docente, que permite a los estudiantes estar en contacto con la escuela las 24 horas del día y así conocer desde las normas por las que se rigen las asignaturas, hasta los enunciados y las soluciones de los problemas de los exámenes de la práctica diaria.
José María Goicolea (goicolea@filemon.mecanica.upm.es), catedrático de Mecánica y Director del Departamento de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras de la ETSICCP, dice que lo que intentan es mantener al día la información académica. “Nos obligamos”, dice, “a tipografiar los problemas en formato PostScript porque nos permite reproducir tanto los gráficos como las ecuaciones. Nuestras páginas son simples porque ponemos el énfasis en la información, aunque este trabajo no está valorado. Tenemos unos 700 alumnos matriculados en la asignatura. De hecho hay muchos alumnos que ya consultan las páginas y nos dicen que les resultan muy útiles. En las carreras técnicas, y más en asignaturas difíciles como la nuestra, normalmente no se publicaban las soluciones de los problemas. Nosotros decidimos hacerlo para demostrar que se pueden resolver, que tienen solución, y para que puedan ver dónde han fallado, en vez de dejarlo como un tipo de solución que no está a su alcance. Y lo hacemos al día siguiente del examen”.
Hoy por hoy, son muchos los alumnos que tienen un ordenador en su casa (sobre todo en las carreras técnicas) pero, para aquellos que no lo tienen, las escuelas de ingeniería les dan la posibilidad de tener una cuenta para conectarse desde la sede universitaria. No obstante, siempre resultan insuficientes los puntos de acceso a Internet en escuelas que tienen, como media, más de 2.000 alumnos. Los centros, dicen los estudiantes, tienen que invertir en Internet, no sólo en acceso sino también en estructura de red. El mundo académico español está conectado a Internet a través de la RedIris, cuya lentitud es notoria y cuya estructura actual es obsoleta. Es un punto crítico en el que los entrevistados son unánimes.
Una de las verdades del barquero (o de Pero Grullo) es que las escuelas de ingenieros tienen que formar a los alumnos para que piensen, y esto no se consigue mirando una pantalla. Hay que saberla utilizar. Como todo. Para la ingeniería y sus distintas ramas, Internet viene que ni pintado. “Es un medio crucial para nosotros tanto en el terreno de la investigación, la docencia o en el terreno profesional”, afirma José María Goicolea, “y tenemos que potenciar el acceso a la información. Personalmente, yo recurro a la Red para pedir libros técnicos y, sobre todo, para buscar dentro de comunidades científicas; ambas cosas me permite estar al día en mi profesión. Internet es para mí un hecho cotidiano”.
Pero Goicolea advierte de un riesgo: “el sistema de arbitraje por el que pasan las publicaciones científicas no existe en Internet, por lo que la información puede ser menos fiable. No obstante, una vez que se está en un campo determinado, uno ya conoce a los autores que casi no necesitan filtros; en otros caso hay que aplicar un poco más de cautela”.
Las empresas de ingeniería en Internet
No son muchas las empresas españolas de ingeniería que están en la Red. Por un lado, están las consultoras, que suelen trabajar mucho fuera de España. Sorprende que siendo éste un sector de relevancia por el volumen de su exportación, las dos asociaciones que agrupan a estas empresas (Tecniberia y Asince) estén ausentes de Internet. Otro tipo de empresas, más industriales, presentan páginas de publicidad de sus servicios y productos, “como un gancho” (dicen), de manera bastante convencional.
Las empresas medianas y pequeñas del sector todavía no están muy representadas en la red. Daniel Rupérez, Responsable de Calidad de la empresa Ingeniería 10 (servitel.es/ingenieria10/introesp.html), radicada en Valencia, afirma que el uso Internet en su empresa para asuntos profesionales tiene apenas un año de vida. Hasta el momento, para la comunicación con su clientes a través del correo electrónico; gracias al e-mail envían los planos que antes despachaban por mensajería o correo tradicionales.
Según Rupérez, el objetivo de su presencia en Internet es comercial, aunque de paso se produce un efecto no deseado, cual es la recepción constante de CV de ingenieros en paro. “Entre otras cosas que hacemos, somos representantes de un laboratorio de ensayos muy especializado en cuestiones de calidad, información que aparece en nuestra página y nos da prestigio. De momento, no tenemos datos suficientes para evaluar los resultados, pero lo cierto es que hemos captado algún cliente gracias a Internet. De otro modo no nos hubieran encontrado; son empresas de Chile y Perú, interesadas en nuestros sistemas de gestión de calidad según ISO-9000”.
En Ingeniería 10 no dudan de que Internet va a ir a más, por lo que procuran estar al día para sustituir en su momento aquellas actividades de la empresa que hoy usan sistemas tradicionales y que tarde o temprano acabarán haciéndose a través de Internet, como el comercio electrónico. “Está claro que una empresa de ingeniería”, dice Rupérez, “tiene más dificultades que otras, por la propia materia con la que comercia. No sólo vendemos: hacemos proyectos, prestamos asistencia técnica, etc. Aunque las primeras aproximaciones a los clientes se hagan a través de Internet, hay otras fases en las que el contacto personal es imprescindible. Hay otras posibilidades por explotar, como la videoconferencia, que en el futuro serán fundamentales”.
Por su parte, Javier Rodríguez de Félix es gerente de World Wide Ingenieros Asociados (
www.site-spain.com/ingenieros), empresa que se dedica a representar empresas españolas de ingeniería en el negocio exterior. Lo mismo venden construcción de barcos que contenedores, se ocupan de introducir productos de otras empresas o de articular joint-ventures con socios latinoamericanos.
“Gracias a la página en Internet”, dice, “hemos conseguido nuevos contactos, aunque también hay mucha paja. Yo viajo mucho, y me he encontrado más de una vez con que alguna empresa que da una gran impresión en sus páginas de Internet, una vez que la conoces in situ es muy poquita cosa. Justo es decir que también pasa lo contrario. Casi podría decir que nuestra presencia en la Red nos sirve como tarjeta de visita, para dar a conocer nuestros servicios sin necesidad de mandar el típico catálogo”.
Lo que en las líneas anteriores se ha dicho para varias ramas de la ingeniería (industriales, de caminos, aeronáuticos, eléctricos y electrónicos) vale también para otras, como los navales y los de minas. En otro capítulo de esta serie nos ocuparemos de los agronómos y forestales, profesiones que tienen rasgos muy peculiares. Entretanto, dejamos al lector interesado una recomendación: la visita a las deliciosas páginas que la Fundación Juanelo Turriano (mecanica.upm.es/juanelo.htm) dedica a este ingeniero italiano que dio proyección a la ingeniería en la España de Carlos V y Felipe II.
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